El sistema tributario está diseñado para la autoincriminación, es decir que, las discrepancias detectadas por las Autoridades Fiscales provienen de la información declarada directa o indirectamente por la empresa; así mismo, suele generarse controversias cuando se manifiestan deducciones no acordes con los CFDI recibidos o cuando los ingresos declarados no coinciden con los emitidos.

Para aumentar la recaudación el empresario es sometido a un gran estrés por medio de más leyes que controlan la operación de sus negocios y revisiones constantes a la empresa; lidiar con lo anterior, demanda conocimientos contables, jurídicos, financieros y de administración; quien se encargue del cumplimiento fiscal, debe tener habilidades en la gestión de proyectos, negociación con Autoridades, visión de negocio, logro de objetivos y adaptación al cambio para ajustar el cumplimiento sin aumentar los costos fiscales.

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